¿Para qué se utiliza Metotrexato?
Metotrexato se utiliza para tratar condiciones autoinmunes como la artritis reumatoide y la psoriasis severa, y algunos tipos de cáncer, como el coriocarcinoma.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto?
Puede empezar a hacer efecto en unas 4 a 6 semanas, pero en algunos casos, los beneficios completos pueden tardar hasta 12 semanas.

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes?
Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, fatiga, úlceras en la boca, y aumento del riesgo de infecciones. Es importante reportar cualquier síntoma inusual a su médico.

¿Puedo tomar Metotrexato si estoy embarazada?
No, Metotrexato está contraindicado durante el embarazo debido al riesgo de daño fetal. Es esencial usar métodos anticonceptivos efectivos durante su uso.

¿Necesito realizarme controles médicos durante el tratamiento?
Sí, es fundamental realizar controles médicos regulares, incluyendo análisis de sangre para monitorear la función hepática y renal.

Sugerencias o Recomendaciones

• Realizar exámenes de sangre periódicamente para monitorear posibles efectos sobre el hígado y los niveles sanguíneos.
• Evitar el consumo de alcohol, ya que puede aumentar el riesgo de daño hepático.
• Usar protector solar y ropa protectora, ya que Metotrexato puede aumentar la sensibilidad al sol.
• No omitir dosis y tomarlas exactamente como lo ha indicado su médico.
• Mantener una buena hidratación durante el tratamiento.
• Notificar a su médico sobre todos los medicamentos y suplementos que esté tomando para evitar interacciones.

¿Quiénes No Pueden Usarlo?

• Personas con alergia al Metotrexato o alguno de sus excipientes.
• Pacientes con insuficiencia hepática o renal severa.
• Embarazadas y mujeres en período de lactancia.
• Personas con infecciones activas o enfermedades graves del sistema inmunológico.
• Pacientes con anemia severa o problemas graves de la médula ósea.

¿Se Puede Complementar con Otro Producto?
Metotrexato puede complementarse con ácido fólico o folínico para reducir algunos efectos secundarios como náuseas y daño hepático, siempre bajo la supervisión de un médico. También es común complementarlo con medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor, aunque deben ser prescritos por un especialista debido al riesgo de interacciones. Es fundamental consultar siempre a un médico antes de añadir cualquier otro tratamiento.